Cuando las reservas de energía en el organismo son mínimas aparece la famosa pájara como una respuesta fisiológica de nuestro cuerpo. Esta actúa como una alarma o un mecanismo de defensa para proteger el cerebro ante un déficit de glucosa, pues este requiere de cierto niveles de glucosa para funcionar de manera correcta.
La respuesta fisiológica hace que el organismo acuda a las reservas de glucosa que están almacenadas en los músculos con el objetivo de compensar el desequilibrio y lograr aprovechar esas fuentes de energía para seguir funcionando. Precisamente es allí, cuando el cuerpo gasta toda esa energía y quedamos literalmente vacíos, que se produce los principales síntomas asociados a la pájara en los deportistas.
¿Cómo podemos identificarla y que hacer en esos casos?
Los síntomas más comunes que se producen en el cuerpo cuando alguien sufre la pájara son los siguientes:
Mareo
Vista nublada
Confusión
Debilitamiento del cuerpo
Aturdimiento
Alucinaciones
Hambre en exceso
Sudor
Dolor de cabeza
Hipotermia
Cansancio en exceso
Malestar general
Negatividad
Para prevenir o retrasar la aparición de los síntomas es importante prestar atención en lo siguiente:
La recarga de carbohidratos permite alcanzar un nivel máximo de glucógeno, es importante que 2 ó 3 días previos a la actividad física intensa que vayamos a realizar hagamos un aumento en la ingesta de carbohidratos.
Consumir durante la actividad física cada 30-40 minutos alimentos y bebidas ricos en carbohidratos como barritas, geles, plátanos, etc, así como mantener una buena hidratación y estar consumiendo bebidas rehidratantes aproximadamente cada 15 minutos.
Reducir la intensidad del ejercicio por debajo de 140-130 latidos por minuto para activar la ruta de oxidación de los ácidos grasos, permite reducir el consumo energético y el agotamiento de las reservas de glucógeno.
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